Fecha: 2/01/2019
Este año destaca el aumento de la producción, la apuesta por la calidad y la promoción, la obtención de más reconocimientos a la vez que celebra el auge del turismo y la declaración de BIC del paisaje cultural de la Ribeira Sacra.
Los vinos elaborados bajo el amparo de la D.O. Ribeira Sacra bien podrían considerarse la antítesis de los vinos producidos en Galicia, en su mayoría blancos.
La D.O. de la viticultura heroica en palabras de su presidente, José Manuel Rodríguez, “es una tierra de tintos en la que el 93% de sus elaboraciones se produce con variedades tintas, en su mayoría Mencía”. “Unos vinos jóvenes, fáciles de beber, afrutados, frescos y en definitiva, grandes compañeros en una mesa capaces de maridar con cualquier propuesta gastronómica”. Unos vinos de producción heroica, donde más del 80% de la producción proviene de un terreno de cultivo que posee un desnivel que oscila entre el 30 y el 80 por ciento a lo que hay que sumar la singularidad del suelo, el microclima producto de la singular de su orografía y el trabajo en la viña por parte de unos viticultores herederos de una tradición milenaria. Todo ello es lo que permite poder elaborar unos vinos únicos.
Este año 2018, que llega a su fin, lo recordaremos como un año muy positivo para los intereses de la D.O. Ribeira Sacra. Esta creció en cantidad, calidad, premios y reconocimientos. Obtuvo una mayor presencia mediática como así lo indica el estudio realizado por la consultora independiente Castro Galiano que situó a la D.O. Ribeira Sacra entre las 10 denominaciones de origen de España con mayor presencia en medios de comunicación.
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