Fecha: 9/08/2021
La modificación de la Ley de la Viña y del Vino de Castilla y León por la Ley Agraria de Castilla y León, así como del Reglamento de las Denominaciones Geográficas de Calidad Alimentaria, que entró en vigor en enero de 2019, conforman el marco normativo de la comunidad autónoma en materia de calidad diferenciada, adaptada al marco legal de la Unión Europea, ahora definido por el reglamento 1308/2013.
Una de las cuestiones más determinantes de este nuevo marco normativo es la obligación de que las denominaciones de origen vínicas de Castilla y León se acrediten en la norma UNE-EN-ISO 17065 sobre evaluación de la conformidad que define los requisitos para organismos que certifican productos, procesos y servicios. La norma ISO 17065 especifica los criterios generales que debe seguir un organismo de
certificación de producto para que sea reconocido a nivel nacional, europeo e internacional, como competente, y se acredite la extrema rigurosidad de sus controles. Representa la máxima garantía para los consumidores y mejoran sus condiciones para competir en los mercados nacionales e internacionales.
La Denominación de Origen León inició los trámites para obtener la acreditación en el año 2019, con la previsión de concluirla en 2020, pero el proceso se retrasó en todos los casos por la paralización administrativa a la que obligó el covid-19. Sin embargo, tanto Consejo Regulador como las bodegas acogidas ya se habían adaptado al nuevo sistema de calidad de forma preliminar. Para llevar a cabo el proceso con éxito, la dirección técnica de la Pequeña DO León informó a las bodegas sobre los cambios que
debían afrontar. Además, el Consejo Regulador se sometió a una auditoría por parte de ENAC que fue superada sin ningún problema y con gran facilidad después de tres días de riguroso control técnico.
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