Fecha: 11/10/2017
El pasado lunes 4 de octubre, acabó la vendimia en la DO Binissalem, con las variedades Cabernet Sauvignon, Gargollassa y Manto negro.
La producción, con un total de 1.560.914,40 kg., se ha visto mermada un 24% respecto a la del 2016. Este descenso, se asocia a la sequía de la campaña anterior y a las elevadas temperaturas de este verano. Aunque el descenso de producción es bastante general, las variedades autóctonas han mostrado, un año más, su adaptación a nuestras condiciones climáticas. La cosecha ha presentado una buena calidad y estado sanitario.
El 72% de la producción corresponde a variedades tintas y el 28% en variedades blancas, siendo las variedades mayoritarias las autóctonas, con un 56%, variedades que marcan la singularidad de nuestros vinos.
Ahora sólo cabe esperar que los enólogos terminen de elaborar los vinos y los preparen para su comercialización, en el caso de blancos, rosados y tintos jóvenes, que expresarán toda la intensidad de los aromas primarios. Más tiempo, habrá que dar a los vinos con un proceso de envejecimiento en madera, que acabarán de modular su expresión sensorial a su paso por barrica y botella.
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