Fecha: 3/05/2021

Nerea Cuenco, la sumiller encargada de descorchar el Bizkaiko Txakolina de la cosecha 2020, lo calificó como “un vino de alta intensidad aromática, de ataque muy agradable en boca y largo retrogusto”. El txakoli de Bizkaia de este año responde a las características de tipicidad de este vino. “De color amarillo pajizo de gran brillantez, que en nariz evoca la fruta blanca como la pera o la manzana, con fondo cítrico y balsámicos de hinojo y hierba fresca”.

Alrededor de un centenar de profesionales del medio, entre bodegueros y productores tuvieron ocasión de degustar el nuevo txakoli como colofón del Bizkaiko Txakolinaren Eguna que la Pequeña DO celebró en San Mamés, siguiendo todos los estrictos protocolos COVID, que no empañaron la gran cita anual del Txakoli de Bizkaia.

José Luis Gómez Querejeta, presidente del Consejo Regulador, abrió el Bizkaiko Txakolinaren Eguna lamentando la tremenda incidencia que está teniendo la pandemia, para elogiar la gran respuesta que han sabido dar los productores y bodegueros de la DO. “Hemos visto a acelerar el ritmo de forma vertiginosa en nuestra forma de trabajo, nuestra comunicación y comercialización en sólo un año: adaptamos nuestros equipos de trabajo en vendimia, con un plan de contingencia especial frente al COVID, hemos celebrado catas y formaciones por videoconferencia, adaptado nuestras webs para la venta online y nuestros canales de distribución para entregar pedidos casi de forma inmediata”

Gómez Querejeta tuvo un recuerdo muy emotivo para dos personas especialmente queridas en el mundo el txakoli de Bizkaia. “No quiero olvidarme de aquellos que hoy sin ninguna duda estarían aquí, celebrando, pero que no pueden y seguro que levantan su copa desde donde quiera que estén. Patxi Zabala, sumiller y amigo a quien hoy también homenajeamos y Manu Calera, gerente de la Bodega Virgen de Lorea y quien hace unos años ocupó el puesto que yo mismo ocupo hoy. Un gran profesional, amante del vino y experto en txakoli, Un hombre que se transformó con la crisis industrial y llevó con mucho esfuerzo y pasión el txakoli Virgen de Lorea a sitios donde nunca habían oído hablar de txakoli antes. Hemos perdido a dos grandes compañeros y amigos, defensores de nuestro txakoli. Sigamos trabajando y disfrutando con nuestro trabajo como Manu o Patxi lo hubiesen hecho, llenando las copas con todo el sabor de Bizkaia”.