Fecha: 17/08/2021
Un año más la meteorología marca el ritmo de la vendimia en la Pequeña DO Binissalem.
Según los datos de la AEMET, hemos tenido una primavera fría. Abril fue un mes seco y con una anomalía térmica de ‐0,6ºC. Mayo fue húmedo con una anomalía de temperatura de ‐0.1ºC y la primera mitad de junio fue cálida.
Iniciábamos el verano con una segunda mitad de junio considerada fría. En julio se registraron algunos días de temperaturas muy elevadas, pero que no se alargaron en el tiempo y no se produjo ninguna ola de calor, y agosto empezó con temperaturas moderadas.
Estas condiciones, hacían prever un retraso en el inicio de la vendimia, pero la granizada del sábado 30 de julio, lo ha trastocado un poco. Se calculan unos efectos negativos sobre la producción: los directos, que oscilan entre un 5 y un 20%, y los indirectos, por podredumbre de los racimos, que no se podrán valorar hasta que haya acabado la campaña.
A esta circunstancia, también hay que añadir una helada importante que se produjo en el mes de abril, que afectó de manera desigual a las diferentes zonas e, incluso, dentro del mismo viñedo. Era el momento en el que las variedades más primerizas ya estaban en fase de floración y, por tanto, este fenómeno meteorológico también afectó
negativamente a la producción de uva.
Por otro lado, el “Mildiu”, enfermedad endémica en las viñas de Mallorca, favorecido por las condiciones de calor y humedad, siempre tiene a los viticultores en estado de alerta para aplicar los tratamientos preventivos necesarios que garanticen la calidad de la uva.
Y ya en los inicios de la vendimia, ha llegado la primera ola de calor, registrándose temperaturas que en algún caso han superado los 40ºC, y que se ha alargado durante casi una semana.
Todo ello ha marcado el inicio de vendimia del 2021 en las bodegas de la DO Binissalem, que comenzó ayer 16 de agosto.
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