Fecha: 16/8/2019

Can Verdura Viticultors, una bodega de Binissalem, ha sido la primera bodega de la DO Binissalem, que ha iniciado la vendimia con la variedad Chardonnay. En los próximos días y semanas el resto de bodegas y viñedos de los municipios de Santa María del Camí, Consell, Binissalem, Santa Eugenia y Sencelles iniciarán su actividad. La vendimia se prolongará hasta octubre y hasta noviembre, el final de las elaboraciones.

Las variedades más tempranas como la Chardonnay o la Moscatel son las primeras en ser vendimiadas y, progresivamente, las seguirán la Shiraz, la Merlot y, más avanzada la vendimia la Mantonegro, la Callet, la Cabernet sauvignon, o la blancas Moll o Giró ros, entre otras.

Al pasear por la comarca de la DO Binissalem, se observan “mares de viñedos verdes”, con sus racimos colgados, algunos ya enverados y en proceso de maduración. Desde este momento y hasta entrado el mes de octubre, se podrán ver vendimiadores y vendimiadoras, remolques que van y vienen de los viñedos a las bodegas y las instalaciones en marcha.  Los depósitos se empezarán a llenar y un aroma dulzón, lo perfumará todo.

Los viticultores y bodegueros pendientes, día a día, de las condiciones meteorológicas, de la maduración del fruto y de tenerlo todo a punto para empezar a elaborar los vinos, decidirán el momento idóneo de la vendimia, según la maduración de cada variedad, y para cada vino que se quiera elaborar.

Las cepas, cuidadas durante todo el año, darán el apreciado fruto, la uva, con la que se elaborarán los vinos singulares y con carácter de la Denominación de Origen Binissalem.

En esta campaña se espera una producción moderada, quizás un poco inferior a la de la campaña anterior que fue de 1.615.000 kg.

En estos momentos, la uva presenta un estado sanitario y una calidad excelentes, lo que hace prever que tendremos una buena cosecha.

La dedicación de viticultores y bodegueros hace posible que podamos disfrutar de vinos de calidad con Denominación de Origen, basados con nuestras variedades autóctonas, además de mantener un paisaje y una actividad agraria con un peso importante dentro de nuestra economía. La actividad vitivinícola, también favorece el turismo de interior, el enoturismo, un turismo de calidad, interesado por el paisaje, la cultura y los productos locales como el vino.