Fecha: 29/10/2020

La vendimia del año 2020 en la Pequeña DO Gran Canaria concluyó hace escasas semanas. Se auguraba más cuantiosa, pero finalmente la sequía y el estrés hídrico han moderado las expectativas. Con todo, el crecimiento con respecto a 2019 fue de un 11%, con una producción total de 332.695 kilos de uva, 129.793 de uva blanca y 202.902 de uva tinta. Lo que sí ha sido es satisfactoria a nivel de resultado. Una uva que, en términos generales, ha habido que tratar poco y que posibilitará un producto muy competente.

La vendimia se adelantó de manera importante con respecto a 2019, con una producción un 65% superior a mitad de agosto con respecto a 2019. Los más madrugadores de la isla iniciaron sus labores el 11 de julio en San Bartolomé de Tirajana, seguidos por Santa Lucía de Tirajana, Gáldar, Agüimes, Agaete y Las Palmas de Gran Canaria. A finales de agosto vendimiaron en zonas altas de Telde, Valsequillo o la zona del Pico de Bandama. En septiembre y octubre fue el turno en las zonas altas de San Mateo y en la cumbre, ya en el cierre de la campaña de recogida de la uva.

El año 2019 no fue un año bueno en cuanto a producción, algo que ha paliado en parte este año 2020 pese a que el resultado final no fue tan cuantioso como cabía esperar. Hay excepciones al aumento productivo, la Bodega Losoyos afirma que su producción se redujo a la mitad de años anteriores. Viña Aguayro, bodega de Agüimes, señala que la uva casi no ha tenido que ser tratada, con el consiguiente ahorro de trabajo. La producción en la bodega Vega de Gáldar superó los 1.000 kilos de uva, con la blanca como la más temprana. Una bodega que ha sufrido los rigores de la falta de agua es Bodegas San Juan. Los viñedos satauteños tendrán una producción muy baja.