Fecha: 4/10/2023

La  vendimia  en  la  comarca,  empezó  el  9  de  agosto,  a  pesar  de  que  las  fechas  de  inicio  eran  las habituales  para  las  variedades  de  uva  más  tempranas  como  Chardonnay  o  Moscatel,  este  año  la vendimia se iniciaba con la variedad Syrah.

Es  evidente  que  la  climatología  influye  de  forma  importante  en  el  ciclo  vegetativo  del  viñedo, especialmente, en la brotación, floración, cuajado y maduración de la uva, así como en el desarrollo de la vendimia.

Según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), los meses de marzo y abril tuvieron un  carácter  muy  cálido  y  muy  seco  en Baleares,  con  anomalías  térmicas  de  +1,4  y  +0,8  °C, respectivamente. Con este inicio de la primavera y con la experiencia de las campañas anteriores, el pleno del Consejo Regulador, autorizó el riego, instando a los viticultores a hacer un uso adecuado para garantizar la máxima calidad de la uva.

En cuanto a la producción, se han vendimiado un total de 1.403.405 kg de uva destinados a elaborar vinos  amparados  por  la Pequeña DO  Binissalem,  lo  que  representa  un  incremento  del  12%,  respecto  a  la campaña anterior.

Del  total  vendimiado,  un  71%  corresponde  a  variedades  tintas  y  un  29  %  a  variedades  blancas, destacando que las variedades locales representan el 69 % y que, exceptuando la Gargollassa, todas las variedades locales han aumentado su producción.

Les variedades tintas han aumentado su rendimiento, un 20 % debido al incremento de las variedades locales Manto negro un 36 % y de Callet un 41 %, principalmente. En relación a las variedades blancas, la  variedad Moll  ha  aumentado  un  5,60  %  y  la Giró  ros  un  13,60  %a  pesar  de  que,  el  total  de variedades blancas se ha  reducido un 2,59 %, debido al descenso de producción de las variedades Chardonnay ‐19,16% y Moscatel ‐40,96 %.

Actualmente,  son  12  las  bodegas  elaboradoras  de  vino  con  Denominación  de  Origen  y  105  los viticultores con una superficie total de viñedo inscrita de 578 hectáreas.

La  sabiduría  y  preparación  de  viticultores  y  bodegueros  permiten  elaborar  vinos  de  calidad  y  las variedades de uva local, siempre presentes en los vinos de la DO Binissalem, confieren a los vinos una marcada personalidad y singularidad.

Desde el Consejo Regulador de la DO Binissalem se trabaja en la difusión de las características de la comarca  y  de  sus  vinos,  con  proyectos  enfocados  a  dar  más  peso  y  protagonismo  a  todas  las variedades locales, en concreto un proyecto para incluir nuevas variedades locales minoritarias dentro del Pliego de condiciones, como Escursac, Callet negrella o Esperó de Gall, entre otras, siempre con el objetivo de mantener y potenciar: “la calidad y la singularidad” de los vinos de la DO.